La independencia de Cataluña

Definamos estado. Una definición jurídica.
Primero, un estado es un territorio delimitado por fronteras. Este puede ser un bloque territorial compacto como Suiza por ejemplo o al contrario puede tener territorios separados como en España es el caso de los archipiélagos y los enclaves africanos.
Segundo es una población. Generalmente la que se encuentra en ese territorio pero en la que hay que distinguir a los ciudadanos de los extranjeros. Cabe señalar que los ciudadanos de un estado no son obligadamente miembros de una sola nación. Por ejemplo en Hungría cohabitan poblaciones de diversas nacionalidades, Húngaros desde luego pero también Rumanos, Alemanes, Rutenos, Eslovacos, etc.
Finalmente, un estado es la reunión de un territorio y de una población bajo una soberanía común. Llamamos soberanía a un poder a la vez supremo e independiente.
Supremo porque está por encima de cualquier otro poder e independiente por que no recibe órdenes o instrucciones del exterior. Esta definición de independencia debe revisarse en el contexto de la construcción europea. Lo dejaremos así puesto que trataremos aquí de una situación interna, a pesar de que indudablemente tendría consecuencias, muchas y muy importantes en Europa, concierne al Estado español y debe decidirse única y exclusivamente de manera interna. Prueba de su Soberanía.
Básicamente hay tres tipos de estado en Occidente. Los unitarios, los federales y los regionales.
Unitarios o centralizados son aquellos cuyo poder político, judicial, económico, cultural, mediático e intelectual están concentrados en la capital de dicho estado. Una capital que reúne la mayoría por no decir todos esos poderes ejerciéndolos de hecho sobre todo el territorio y el conjunto de la población. Hay una sola instancia de poder (un parlamento hace una ley que se aplica a todos los habitantes del estado por igual). El ejemplo clásico de Estado unitario es Francia. Una capital París, donde el poder está muy concentrado y que irradia sobre todo el territorio.
Federales son aquellos en los que el poder está descentralizado y repartido entre diferentes autoridades. Alemania, USA, Suiza están formados por varios estados, cada uno de ellos dotados con su propia constitución, su propio parlamento, leyes y gobierno. Por lo tanto dichos estados son muy autónomos con respecto a la estructura federal o estado central y contrariamente a lo que hemos visto en los estados unitarios, diferentes leyes pueden aplicarse según la parte del territorio federal en la que nos encontremos. Eso no excluye tener leyes federales que se apliquen a la totalidad de los territorios y poblaciones. Podemos constatar que contrariamente a los Estados centralizados, en los Estados federales se produce un fenómeno inverso al de la capital todopoderosa. Nueva York, Los Angeles, Chicago en USA, Munich, Hamburgo, Francfort en Alemania y Zurich, Basilea, Ginebra en suiza son ejemplos de ciudades que sin ser capitales pueden competir o superar a la misma porque ciertos poderes (mediático, comercial, industrial, financiero) no están concentrados en un único polo de gestión.
Los Estados regionales son los que cuentan con una descentralización materializada por la autonomía de sus regiones. El ejemplo que mejor conocemos es España.
¿En qué se diferencia básicamente el sistema regional del federal?
Históricamente los estados federales se crean por la mutualización de medios entre diversos estados existentes. Es decir, varios estados soberanos deciden unir sus medios para crecer, ser más competitivos y más fuertes. Es el caso de los ejemplos antes mencionados, Alemania, Suiza y USA. La denominación de Confederación Helvética es histórica pero Suiza es efectivamente un estado federal que resulta de la unión de sus 26 cantones (estados).
Contrariamente los Estados regionales son el resultado de la descentralización voluntaria de un Estado unitario. España, superó el absolutismo monárquico al crear su Constitución. Dio una amplia autonomía a sus regiones, no estados. ¿Qué significa esto?
En una federación existen varios estados independientes. Cada uno de ellos se dota de una constitución propia. Luego deciden unirse y formar una federación en la que las diferentes constituciones siguen vigentes cada una en sus respectivos territorios.
En España, existe un estado único que decide de manera voluntaria y unilateral "conceder" autonomía a sus regiones. Esto es muy importante. España concede, no tiene obligación alguna ni jurídica, ni histórica para hacerlo. Francia no lo ha hecho y es considerada por muchos el hogar de los Derechos Humanos.
Resumiendo, en España esa autonomía emana del poder central, de arriba hacia abajo y en Alemania, USA, Suiza es al contrario, cada estado vota su constitución y posteriormente se decide entrar a formar parte de una federación. El poder central viene dado por los estados federales.
Las regiones españolas no son estados porque no están dotadas de una constitución propia sino de un Estatuto de autonomía. El Estado español concede dicha autonomía y por otro lado cabe preguntarse cuales serían los criterios de obtención de nacionalidad en una sociedad tan heteróclita como la catalana.
Hasta aquí todo son clasificaciones jurídicas.
El único argumento que tienen los nacionalistas en Cataluña para pedir la independencia es el tener además del Castellano, una lengua diferente que es el Catalán. Me parece insuficiente.
El Catalán en sus diversas formas no se habla solamente en Cataluña. Zonas aragonesas y rusiñonas hablan dicha lengua. Lo cual indica que las fronteras políticas y lingüísticas no coinciden. Esto no es grave, hay otros ejemplos de este fenómeno. El problema es que a una Cataluña independiente gracias a los Nacional-socialistas catalanes podría pretender la anexión de las zonas aragonesas y francesas de habla catalana con los problemas diplomáticos e internacionales que ello conlleva, sin contar los humanos, sociales, intelectuales, materiales, etc.
Por otro lado hay lenguas como el Valenciano y el Mallorquín que según dicen ellos mismos, los que los hablan, no son Catalán. Sin embargo los Nacionalistas catalanes hablan de Països Catalans. Me imagino que esto es una vorágine imperialista de unos incultos que si obtienen esto luego pedirán el Reino de las Dos Sicilias. No faltarán iluminados para decir que son las antiguas colonias del Reino o el Imperio catalán. Reino e imperio que ignoro si los creó Lord Dunsany o Tolkien pero en el que algunos creen tanto como hoy lo hacen algunos en "El Señor de los Anillos" y no hablo del magnífico Raúl Gonzalez Blanco. Me temo que el reino o imperio del que hablan es un reino o imperio de fábula, creado durante sus masturbaciones mentales y sus delirios de grandeza producto posiblemente de un terrible complejo de inferioridad entre otras cosas.
España es un estado. Tiene un territorio definido por fronteras y una población multicultural e incluso multinacional si me apuran que se encuentran reunidos bajo una sola y única soberanía. Y eso desde hace exactamente 520 años. Querer extirpar una parte del territorio de ese estado y su población es injustificado desde todo punto de vista. Como he dicho el lingüístico me parece insuficiente porque la práctica de la Lengua catalana no corresponde al territorio definido por las fronteras de dicha región (es el caso también del Vasco o el Gallego) y por lo tanto una secesión implicaría una injusticia humana, social y jurídica para amplias partes de la población implicada.
Todas las demás argumentaciones no son válidas. Principalmente la histórica. Jamás existió un estado catalán. Los Condados catalanes no pueden ser considerados como estados por mucha autonomía que tuvieran por un simple problema de definición. Un condado era un territorio regido por un conde.
Conde viene del latín "Comes" que quiere decir compañero. Hace referencia a los acompañantes del Emperador y es Constantino quien da un carácter de dignatario al título de Conde.
En lo que concierne a los Condados catalanes, se crearon como forma administrativa local de la Marca hispánica ¿Recuerdan?. Pero eso no implica la existencia de un estado sino al contrario un vasallaje puro y duro en términos feudales al Emperador, que no era otro que Carlomagno. Es decir que antes de integrarse en el Reino de Aragón (ese sí que existió) esos Condes prestaban pleitesía al Emperador de los Francos al que reconocían como monarca.
¿Antes de eso? El Reino visigodo, la provincia del Imperio romano Hispania y poco más.